Para prosperar, como empleado o como empresario, debe haber disciplina y compromiso; los dos caminos son buenos, lo malo es cruzarse de brazos viendo pasar los días y solo pensando “Que hacer”.
Todos necesitamos de todos, quien va sobre el coche necesita que lo empujen; y quien empuja el coche necesita su salario.
Empleado: Dichoso el hombre que se levanta temprano, trabaja diligentemente y provee a los suyos del oportuno alimento, vivienda, vestuario, servicios y estudio. Al llegar a su vejez descansa, gracias al trabajo de su vida, sus hijos son unos profesionales y sus nietos le proporcionan felicidad. Con actitudes y valores como: Puntualidad, respeto, responsabilidad, manejo confidencial de la información, liderazgo, trabajo en equipo y creatividad, se define un alto desempeño en la ética profesional.
Mediante el estudio y la capacitación permanente se pueden alcanzar los cargos más importantes y los mejores salarios. Para empujar lo coches más lujosos.
Empresario: Igualmente dichoso quien emplea y paga lo justo a sus empleados, tratándolos como seres semejantes y no como subordinados. Su estrategia proyecta su desarrollo; Mano de obra (Certificada, pagada por salario o producción), producción limpia, automatización, Ventas (por salario o comisión), mercadeo (Por catálogo, en mostrador o por multidesarrollo), publicidad, concesiones, franquicias, crear en al consumidor estilo de vida, hábito o status social, cooperación a los más necesitados… todo analizado minuciosamente.
Entre más personas empujen el coche, mejor es el viaje.
El estudio debe ser para prosperar, ya como empleado o empresario, definiendo de la mejor manera la estrategia más conveniente.
“Hay una fuerza mas poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: La voluntad”
Albert Einstein.
Edwin Rojas Guevara
Técnico Profesional en Procesos Químicos Industriales.
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